La caída de pelo no sólo afecta al aspecto físico de las personas, también los sentimientos de ansiedad y a veces de depresión suelen formar parte del problema.
Los varones se ven afectados frecuentemente de alopecia androgénica (calvicie).
Los estados de ansiedad intervienen en alopecias areatas y alopecias difusas.
En la actualidad vemos, con frecuencia, alopecias de tipo cicatricial en la región de la frente que afectan sobre todo a mujeres.
En todos los casos el diagnóstico y un rápido inicio de tratamiento puede ralentizar la progresión de la enfermedad.