Es una enfermedad muy común que afecta más a mujeres de mediana edad y que se caracteriza por la afectación del área central de la cara con presencia de eritema (enrojecimiento), telangiectasias (pequeñas venas) y pústulas (lesiones inflamatorias con pus). Es un proceso crónico que evoluciona en brotes agudos favorecidos por factores emocionales, ambientales, alimentación, etc…y que disminuye la calidad de vida y la autoestima. Los tratamientos son muy eficaces.