Los lunares (nevus) con frecuencia no se manifiestan en el nacimiento sino que se desarrollan durante la infancia y todo adulto tiene al menos alguna de estas lesiones, las cuales pueden contarse por decenas en algunas personas.
El interés médico, a parte del interés estético, de los lunares es que no presenten variaciones bruscas o llamativas a lo largo de la vida, ya que algún lunar puede transformarse en melanoma.
Para ello actualmente se utilizan dermatoscopios digitales para su control (mapa corporal) y una revisión periódica.